Airear significa introducir aire en cualquier material. En el mundo del vino, airear significa poner el líquido en contacto con el aire para iniciar los procesos de oxidación y evaporación.
La ciencia detrás de la aireación
Observamos estas dos reacciones químicas -oxidación y evaporación- en otros ámbitos de nuestra vida. Por ejemplo, exponer la pulpa de una manzana o una pera al aire inicia el proceso de oxidación y hace que la pulpa de la fruta se vuelva marrón. La evaporación se produce cuando un líquido se convierte en vapor, como la olla de agua hirviendo en la estufa que desprende vapor o la ropa colgada para secar.
La diferencia entre un decantador y aireador
Tanto un decantador como un aireador sirven para lo mismo: para "respirar" el vino. La decantación se realiza expandiendo la superficie del vino para aumentar su contacto con el aire y permitir que los aromas y sabores primarios se desarrollen mientras los compuestos secundarios se evaporan. Para decantar una botella de vino, se vierte en una jarra o decantador que suele tener una base más ancha que la propia botella.